Vas a comprarte un coche eléctrico. Has ahorrado el dinero para ello. Has hecho las cuentas y todo te cuadra. Incluso has probado varios modelos y te encanta la respuesta inmediata al pisar el acelerador y ese sonidito de nave espacial. Quieres no volver a una gasolinera, circular por el centro de la ciudad, aparcar gratis y contaminar mucho menos. Quieres un coche eléctrico (o al menos un coche híbrido enchufable, que también tiene sus ventajas).
Ahora, según tus posibilidades económicas, puedes elegir entre los coches eléctricos con más autonomía, entre los coches eléctricos más rápidos, entre los coches eléctricos más eficientes, o entre los coches eléctricos más baratos. Perfecto, pero antes de ello, no se te olvide que deberías instalar un punto de recarga para tu nuevo coche enchufable.
Dónde puedes recargar un coche eléctrico o un híbrido enchufable
Ahora mismo hay una gran disparidad entre la autonomía de unos coches eléctricos y otros. Los más antiguos, y en general más baratos, suelen tener menos autonomía, y a la inversa: los más modernos suelen ser también más caros (aunque no siempre) y tener más autonomía. Dependiendo de la autonomía del coche, y de tu manera de usar el coche, podrías plantearte una forma u otra de recarga.
En un coche eléctrico con muy poca autonomía tendrás que recargar irrenunciablemente cada día la batería. En cambio con una gran autonomía podrías plantearte recargar cada varios días, e incluso no hacerlo en casa. La decisión es tuya.
Hablando de cifras de autonomía media, y según el nuevo ciclo de homologación armonizado WLTP, algo más realista que el obsoleto ciclo de homologación europeo NEDC, nos movemos aproximadamente entre 100 km y más de 500 km, según el coche (en el primer caso por ejemplo un Peugeot iOn, en el segundo caso por ejemplo un Tesla Model S).
Básicamente hay tres opciones posibles:
- Recargar en tu propio punto de recarga
Esto es lo más recomendable y cómodo: llegas a casa, aparcas el coche, lo enchufas y mientras no lo usas, de noche, cuando menos demanda de electricidad hay en el sistema eléctrico, se recarga tranquilamente a baja potencia, cuidando la batería. Es además lo más barato si empleas la tarifa de tres franjas horarias, y aprovechas las horas supervalle. Claro que para esto necesitas disponer de una plaza de garaje (y ciertamente hoy por hoy no todo el mundo tiene una).
- Recargar en un punto de recarga «prestado»
Algunas personas tienen la suerte de poder utilizar un punto de recarga de velocidad normal en el aparcamiento de su lugar de trabajo, y casi siempre suele ser además gratis. En general las 8 horas de la jornada laboral son suficientes para recargar la batería. En los centros comerciales también podemos encontrar puntos de recarga «prestados», pero puede que no te de tiempo suficiente para recargar la batería por completo si la potencia de recarga es baja (y suele ser lo más habitual).
- Recargar en estaciones de recarga públicas:
Hay estaciones de recarga de velocidad normal (es decir lenta), y otras de velocidad semi-rápida (unos 20-22 kW de potencia), rápida (unos 50 kW) e incluso super-rápida (unos 120 kW).
Hablando de recarga rápida, en general en aproximadamente media o una hora podrías tener recargada la batería casi al completo. Sin embargo, salvo con un Tesla y su red de supercargadores, recargar en estas estaciones es mucho más caro que recargar en casa. Además no conviene abusar de las recargas rápidas, pues la alta potencia somete a mayor temperatura a las celdas, y esta acelera la degradación y la pérdida prematura de capacidad de carga.
¿Hay ayudas para instalar un punto de recarga de vehículo eléctrico?
Sí, las hay, pero de vez en cuando, y además están condicionadas. Los últimos planes de ayudas para la compra de vehículos eléctricos del Estado central (Plan MOVEA y Plan MOVALT), obligaban al punto de venta adherido al plan a que pagase hasta 1.210 euros (1.000 euros + IVA) de un punto de recarga, al comprador de un vehículo eléctrico que se hubiera acogido a las ayudas.
El problema es que los fondos para estas ayudas se han agotado rapidísimamente las dos últimas veces. En 2018 habrá nuevo plan de ayudas, pero casi seguro que volverá a agotarse muy rápido (y cuando decimos muy rápido, decimos en apenas 24 horas, cuidado).
En algunas Comunidades autónomas hay otros planes propios de ayudas para instalar puntos de recarga. Pueden ser directas como en Cataluña, o pueden ser vía deducciones en la declaración anual del IRPF como en Navarra. Ojo, porque no siempre las ayudas del Estado central son compatibles con otras ayudas autonómicas o locales, infórmate bien.
Pese a todo esto, ten presente que no es extraño que los diferentes fabricantes de coches, como estrategia promocional, suelan «regalar» el punto de recarga para el coche, o bien hacer un descuento equivalente (fíjate bien en la letra pequeña de los anuncios).
¿Cuánto cuesta un punto de recarga de coche eléctrico?
Bueno, pues eso depende. Si te lo vas a comprar, el precio puede oscilar entre aproximadamente 700 euros y unos 1.500 euros. Depende de varios factores.
- Del tipo de base mural de recarga, o wall-box que elijas. Puede ser de una marca de material eléctrico sin más, o una de diseño del propio fabricante del coche. Puede tener protección por llave o por tarjeta RFID (para que nadie recargue más que tú). Puede incluir una o varias tomas de recarga. Puede incluir una manguera de recarga. Puede también incluir un programador horario, o un contador de consumo, etc.
- De la longitud del cableado que sea necesario colocar para llegar hasta el punto de recarga. A más metros, más caro.
- De la mano de obra del electricista. Si la instalación es más compleja (por ejemplo porque resulte complicado hacer llegar el cableado), más horas requerirá el electricista para completarla, y más cara resultará.
No se te olvide que la instalación debe cumplir en todo momento la normativa técnica obligatoria que le afecta: el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, y en concreto la Instrucción Técnica Complementaria número 52. Cuando te instale el wall-box el electricista recuerda guardar el boletín, o certificado de la instalación conforme a norma.
Dónde preguntar para instalar un punto de recarga
No todos los electricistas realizan todo tipo de trabajos eléctricos. Como en tantas cosas, siempre es más recomendable acudir a uno que tenga cierta experiencia en estos trabajos, sobre todo para que no haya problemas con la instalación (por ejemplo con la resistencia total de la toma de tierra, que puede hacer que algunos coches eléctricos no se quieran recargar).
Para empezar puedes buscarte la vida tú mismo directamente y contratar el instalador que más te convenza. Debes saber que hay algunas compañías (pocas, la verdad) que se han especializado en la venta e instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos. Si te pones en contacto con ellas sabrán perfectamente qué hacer.
Aparte de empresas especializadas en venta e instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos, también puedes contactar con algún gestor de carga, que no solo te puede vender e instalar el punto de recarga, sino también la electricidad, en lugar de la compañía eléctrica.
Si no quieres mirarlo tú solo, ten presente que en algunos concesionarios de venta de coches te pueden asesorar, y bien gestionarlo ellos mismos, o bien derivarte a un instalador de confianza y experiencia.
Cierto es que no todos los concesionarios de coches están adecuadamente formados en cuanto a la venta y asesoramiento de coches eléctricos, pero poco a poco esto va cambiando a medida que los coches eléctricos se van haciendo más relevantes (si en un concesionario tienes la sensación de que no controlan de esta materia, vete a otro). En todo caso prueba a preguntar, que no pierdes nada.
Podrías también preguntar a la compañía que te vende la energía eléctrica. Por mi experiencia personal, en su momento mi anterior compañía eléctrica no me ayudó nada, pero parece que hoy en día esto también va cambiando poco a poco, e incluso hay algunas que comercializan planes especiales para vehículos eléctricos. Tú pregúntales también por si acaso, puedes hacerlo por teléfono sin salir de casa.
Qué hacer si no eres propietario de la plaza
Todo esto de buscarte la vida para instalar un punto de recarga para un coche eléctrico está muy bien si tienes una plaza de garaje, pero, ¿y si no eres propietario de una? Bien, en este caso la tarea se vuelve un poco más ardua si cabe, pero no es imposible.
Lamentablemente, si aparcas en la calle, casi mejor que te olvides de poder instalar un punto de recarga para tu coche eléctrico. Tendrás que ver si alguna de las otras opciones para recargar que te comentamos al principio te puede servir (y si no, directamente debemos sugerirte que descartes tener un coche eléctrico por ahora).
Si tienes alquilada una plaza de garaje, entonces deberías intentar hablar con el propietario que te la arrenda. Puedes plantearle varias alternativas:
- Costear tú todo el coste. Como es bastante elevado, esta opción es muy poco aconsejable, salvo que tengas la certeza de que vas a estar muchos años en esa misma plaza, y eches cuentas de todo lo que te ahorrarías a los 100 km con el coche eléctrico, y te compense.
- Que el propietario pague todo el coste (la línea de cableado, instalación, protecciones y el wall-box), como un equipamiento más de la plaza de garaje. Como es de él, si tú dejas la plaza, allí se quedará el punto de recarga, el cableado y todo lo demás, pero le servirá para la siguiente persona que la quiera alquilar. Como plaza «especial», el propietario podría incluso anunciar esa característica extra, y hasta cobrar un poco más en la cuota mensual (algo así como cuando se alquila un piso y se valora que tenga ascensor o aire acondicionado).
- Si el propietario no está por la labor, puedes intentar negociar costearlo a medias: el propietario paga la instalación del cableado, y tú el wall-box. El día que dejes esa plaza de garaje desconectas el wall-box, lo desatornillas y te lo llevas a donde te vayas, quedándose como una preinstalación todo el cableado hasta la plaza.
- Si ninguna de estas opciones es posible, también puedes optar por hablar con un gestor de carga. Estos tienes modalidades de alquiler: tú no compras ni pagas de golpe la instalación del wall-box, sino que contratas un servicio por el cual pagas una cuota mensual para tener la base mural de recarga y un bono con cierta cantidad de kWh para consumir al mes. El día que dejes la plaza das de baja el servicio, el gestor de carga se lleva el wall-box, y todo se queda como antes.
Solo tienes que informar a la comunidad de propietarios
Si vives en una casa unifamiliar con garaje, la instalación es más fácil: no tienes que pedir permiso a nadie. Para realizar la instalación de un punto de recarga para vehículos eléctricos en un garaje mancomunado tampoco te asustes: no es necesario someterla a la aprobación de una junta de propietarios de la comunidad.
La Ley de Propiedad Horizontal se actualizó en su día para que simplemente haya que informar por escrito a la comunidad de que se va a proceder a dicha instalación, conforme a la normativa técnica en vigor.
Obviamente tú eres el responsable de lo que suceda con la instalación: no la puedes hacer de cualquier manera, ni pasar el cableado por cualquier lugar. Habrá que buscar el lugar más discreto, intentar llevarlo por lugares ocultos (falsos techos, patinillos, etc.) y entender que tal vez no siempre pueda ir el cableado por el camino más corto.
Recuerda proteger el cableado. En corriente monofásica (no necesitas trifásica para recargar un coche eléctrico) son tres cables: el de fase, el neutro y el de tierra. Por lugares ocultos se protege con tubo corrugado flexible, normalmente negro, y por lugares vistos con tubo liso rígido, normalmente blanco, de material plástico.
En principio no deberían ser necesarios trabajos de albañilería, como mucho habrá que realizar algún agujero en alguna pared, lo justo para pasar el cable. Recuerda que si se producen daños a otras instalaciones o elementos de la comunidad, tal como recoge el código civil español (el que rompe, paga), tendrás que hacerte cargo de repararlos.
Hay varias formas de instalar tu punto de recarga
Hay diferentes esquemas de conexión del punto de recarga de un coche eléctrico a la instalación eléctrica.
- Desde tu línea individual de suministro. Así se aprovecha el mismo contrato de suministro eléctrico de tu vivienda. Podrías optar por realizar la derivación con su correspondiente protección desde el propio contador, que suele estar en la centralización de contadores de planta baja, más cerca del garaje, o bien realizarla desde el cuadro general de mando y protección de tu vivienda, incluyendo un nuevo circuito (aunque esto suele implicar mayor longitud de cableado). Si vives en una casa unifamiliar esta segunda opción será lo más indicado y sencillo.
- Desde la línea de suministro del garaje. En este caso sí que habría que pedir permiso a la comunidad, pues implica una modificación de una instalación común. Del contador y cuadro general del garaje, se haría un nuevo circuito para el punto de recarga de tu plaza de garaje, con un contador secundario con el que la comunidad te cobrará la energía eléctrica que consumas recargando tu coche eléctrico.
- Con una nueva línea de suministro. Si ninguna de las otras dos opciones es posible, se puede realizar una nueva instalación desde cero, con un nuevo contrato de suministro y un nuevo contador, específicos para el punto de recarga. El inconveniente de esta opción es que tendrás que pagar por la potencia contratada de tu casa y del punto de recarga.
El conector: Tipo 2, o ‘Mennekes’
Vamos a dejártelo muy claro: el estándar en Europa de conector de recarga para vehículos eléctricos es el conector Tipo 2 o Mennekes. Cuando vayas a pedir la base mural de recarga lo mínimo imprescindible es que tenga una toma hembra con este conector.
Los coches eléctricos a la venta en Europa deberían traer un cable de recarga también con este conector (macho). Esto es independiente del tipo de conector de la toma de carga del vehículo: algunos pueden usar el conector Tipo 1, estándar en Japón y EEUU, pero el cable tendría en un extremo el conector Tipo 1 (se enchufa al coche), y en el otro extremo el conector Tipo 2 (se enchufa al wall-box).
Si quieres puedes pedir la base mural de recarga con una manguera de recarga, para no tener que sacar y luego volver a guardar el cable de recarga del coche. Esta manguera de recarga debería tener un conector Tipo 2, para enchufar directamente al coche. Si tu coche tiene una toma de recarga con conector Tipo 1 (son cada vez menos, los más antiguos), pues pides la manguera con conector Tipo 1, y listo. Añadir una manguera vienen a ser unos 100 euros.
Además, por precaución, y porque cuesta muy poco más, podrías pedir también que el wall-box traiga un conector de tipo doméstico (conocido como Tipo F o Schuko). Algunos coches eléctricos traen como cable de recarga el llamado «ocasional», con clavija Schuko. Este conector, que no deja de ser una toma de corriente de 16 A como la de casa, también te servirá por ejemplo para enchufar un aspirador, o cualquier aparato eléctrico.
Por cierto, tal vez te preguntes si no sería posible instalar un sistema de recarga inalámbrica por inducción, en lugar de una base mural de recarga con cable. En principio la posibilidad existe, pero viene a costar todavía más caro (del orden de unos 3.000 euros más la instalación), requiere añadir un módulo en los bajos del coche, puede haber algo más de pérdidas de energía y por lo visto solo se comercializa en algunos países.
La potencia de recarga necesaria
Olvídate de pretender tener una potencia de carga elevada para tu punto de recarga. Los costes fijos por la potencia eléctrica contratada serán muy altos, no sería bueno para el sistema eléctrico del país, pues aumentaría la demanda de potencia, y además es que no es necesario.
Un coche se pasa el 97 % del tiempo parado. Durante toda la noche, hay tiempo más que de sobra para recargar la batería del coche eléctrico en el uso diario. Si es un coche híbrido enchufable, con batería más pequeña, menos tiempo necesitarás. Lo más habitual es optar por la recarga normal o lenta de 3,7 kW de potencia, es decir, 16 A en monofásica (cable de 2,5 mm2 de sección).
Con esta potencia, y en números redondos, teóricamente podrías recargar hasta unos 37 kWh en unas 10 horas (la realidad es que esto luego depende de múltiples factores, y no es tan lineal, pero nos sirve como aproximación para entendernos). En un coche eléctrico de tamaño compacto, esos 37 kWh vienen a ser unos 200 km (más o menos 18,5 kWh/100 km de consumo medio real).
Con los coches con baterías de mayor capacidad (60 kWh y más) puede venir bien tener más potencia de recarga, aunque no es imprescindible: podrías llegar hasta 7,2 kW, es decir, 32 A en monofásica (cable de 6 mm2 de sección). De nuevo en números redondos tendríamos hasta 72 kWh de recarga en 10 horas (en realidad será menos energía, sobre todo en verano, pero vamos a aceptarlo como aproximación).
Cada kW de potencia contratada, según las tarifas oficiales PVPC, viene a costar al año unos 48 euros, IVA e impuesto especial de la electricidad incluidos. Si por ejemplo la instalación del punto de recarga es una derivación de tu línea de suministro de la vivienda, puede ser suficiente con aumentar la potencia contratada 1 o 2 kW, pues planificándolo bien, cuando el coche se recargue por la noche en tu casa apenas habrá otros consumos.
Y nada más… ya solo te queda disfrutar de tu nuevo coche eléctrico, conducir con precaución, y dar un poco de envidia a los amigos.
Fuente: Motorpasion