· Deben aprovechar el capital que tienen hoy para invertir en el mañana
· Las restricciones mediambientales asfixiarán al sector del petróleo
El litio podría convertirse en un salvavidas para las grandes petroleras a medida que el consumo energético se desplaza hacia alternativas que contaminen menos que los combustibles fósiles, asegura Jeff McDermott de Greentech Capital Advisors.
«Su especialidad es la extracción de recursos», comenta McDermott, que asesora a compañías e inversores del sector de la energía. «Deberían comprar mineras de litio, involucrarse en la fase de exploración y producción de la tecnología central de la batería».
Esta sugerencia es una solución a la pregunta existencial a la que se enfrentan algunas de las mayores energéticas del mundo sobre cómo sobrevivir al futuro. Se espera que los gobiernos impongan duras medidas contra los combustibles fósiles a corto plazo, lo que podría erosionar los resultados del sector dedicado al ‘oro negro’.
Según destacan desde la agencia Bloomberg, las restricciones a las emisiones de carbono irán en aumento si se quiere cumplir con los acuerdos firmados contra el cambio climático. Esta cuestión será fundamental para los productores de combustibles fósiles, puesto que pone en serio riesgo la demanda de petróleo y gas.
Ahora es el momento
El litio es un componente clave en las baterías recargables que prevalecen en la electrónica, desde teléfonos móviles hasta automóviles eléctricos. El metal es parte del cátodo, que alberga la carga eléctrica. Se proyecta que la demanda del mineral aumente 38 veces para 2030 hasta las 7.845 toneladas métricas al año desde las 200 toneladas métricas en 2016, según Bloomberg New Energy Finance.
Las grandes compañías de petróleo tienen el capital en este momento para acometer compras y grandes inversiones, además de experiencia en el desarrollo de grandes proyectos, lo que podría ayudar a expandir la industria del litio.
Las principales petroleras llevan décadas coqueteando con la energía limpia pero ésta no representa un porcentaje significativo de ninguno de sus negocios. Esto está comenzando a cambiar en estos años ya que la industria busca nuevas fuentes de ingresos y quiere mantenerse en el centro del negocio de la energía.
Algunos movimientos
Total ha comprado al fabricante de baterías Saft Groupe por 950 millones de euros en 2016. Royal Dutch Shell compró en diciembre a la eléctrica First Utility en el Reino Unido. Por su parte, BP ha comprado una participación del 43% en la promotora solar británica Lightsource Renewable Energy por 200 millones de dólares.
McDermott también ve oportunidades para las grandes petroleras en energía eólica marina y sistemas integrados para vehículos autónomos. Shell y Statoil de Noruega han dado pasos recientemente en la industria eólica, aprovechando su experiencia en la perforación de petróleo y gas en mar. Shell es parte del consorcio que está desarrollando los parques eólicos Borssele III y IV en aguas holandesas.
Fuente: elEconomista.es