UNA EXPERIENCIA ALTAMENTE RECOMENDABLE
Todavía con la adrenalina propia de haber estado inmerso durante un par de jornadas en una competición del máximo nivel (puntuable para la Copa de España de Energías Alternativas) y perfectamente organizada por Action Press como ha sido la tercera edición del Eco Rallye de la Comunitat Valenciana escribo estas líneas con dos objetivos claros: describir la agradable experiencia y recomendarla encarecidamente a todos aquellos que no vean en el automóvil un simple medio de transporte.
Desde que me dijeron que estaba invitado a participar en el Eco Rallye mi chip interno de expiloto (mejor dicho, participante) de rallyes se activó. A sabiendas de que, en este caso, no se nos iba a medir nuestro rendimiento por conseguir el menor tiempo posible en los tramos sino por conducir lo más eficientemente posible cumpliendo las medias horarias marcadas por la organización pronto decidimos (mi copiloto, mi hermano en definitiva) que lo teníamos que hacer lo mejor posible. Y nos pusimos manos a la obra.
Una prueba como ésta del Eco Rallye combina dos criterios clasificatorios como son la eficiencia, es decir el menor consumo posible, al conducir y la regularidad o, lo que es lo mismo, cumplir una serie de controles horarios y unas velocidades medias en los diferentes tramos con puntos de control secretos chequeados vía GPS. Es por todo ello una excelente y lúdica manera de disfrutar de tu vehículo, de recorrer parajes y poblaciones apartadas de nuestra rutina diaria y tan atractivos como son los de muchos rincones de la provincia de Castellón.
Pues bien, el viernes por la tarde, y tras las pertinentes verificaciones administrativas y técnicas y el repostaje inicial, con la adrenalina a tope pasábamos por el arco de salida de la prueba localizado en la bulliciosa Plaza de España. Desde allí nos encaminábamos hacia lo desconocido ya que era nuestra primera experiencia en una prueba de regularidad y, en este caso, con la dificultad añadida de tratar de conseguir la conducción más eficiente posible. Pronto aparecieron las primeras complicaciones en forma de no funcionamiento correcto de la App en la que habíamos confiado la medición de los tramos, elemento éste imprescindible para optar a un resultado mínimamente digno y que, desafortunadamente, nos abocó a tener que “confiar” en el simple cuentakilómetros parcial de nuestro vehículo (un Hyundai IONIQ híbrido que se comportó a las mil maravillas en todo momento) para poder cumplir las distintas velocidades para cada sección de las pruebas especiales.
En fin, el paso de los tramos nos fue reafirmando que estábamos haciendo bien las cosas: decimosegundos de quince participantes y primeros en la categoría no oficial de “sin instrumentación” nos dejaban más que satisfechos en lo que se refiere a la modalidad de regularidad. Sin embargo, el fin de fiesta no podría ser más agradable cuando, en el acto de entrega de premios final de la prueba, nos anunciaron que éramos los vencedores en la modalidad de “Eficiencia”. La sonrisa acudió a nuestras caras en una mezcla de sorpresa pero también, por qué no, de reconfirmación de que habíamos hecho bien las cosas.
Como decía al principio, la prueba resultó ser un completo éxito y fue muy gratificante comprobar como un buen número de marcas de automóviles cuentan ya con equipos oficiales para esta disciplina en busca de exhibir las bondades de sus productos tanto en motorizaciones puramente eléctricas, híbridas enchufables e híbridas de todo tipo (gasolina, diesel, GLP, GNC…) Está claro que los vehículos participantes en la prueba, una cincuentena, son una selección de los modelos más eficientes y más respetuosos con el medio ambiente pero éste, el de la sensibilidad por descubrir nuevas maneras de propulsar un automóvil, es un tren que ya no para y que nos tiene que llevar en menos tiempos del esperado a una renovación integral del parque móvil de nuestro planeta.
Os animo pues a que probéis, a que viváis una experiencia como la de la participación en un Eco Rallye que, por cierto, tiene un coste muy reducido, sobre todo en comparación con la satisfacción que puede llegar a producir.