El ciclo de homologación WLTP es un nuevo estándar a nivel mundial que ya ha entrado en vigor y que se aplicará a todos los vehículos nuevos a partir de septiembre de 2018. El anterior ciclo NEDC que se utilizaba en Europa llevaba vigente desde 1980 y eso había llevado a una situación en la que los fabricantes tenían sus trucos (legales) para rebajar sus consumos y emisiones. Con la nueva normativa se pretende conseguir que la homologación sea más cercana al mundo real.
El beneficio para el consumidor parece claro, pues obtendrá unos datos más verídicos acerca de su futuro coche. Sin embargo, para algunas marcas su aplicación está siendo un quebradero de cabeza, teniendo que dejar fuera a algunos modelos que no pasan por el aro. Porsche ha tenido que paralizar sus reservas temporalmente y el motivo no es otro que la adaptación al nuevo ciclo de homologación WLTP de cara a septiembre.
Al parecer, podría haber algunos modelos que no estarían listos el 1 de septiembre para acogerse a la nueva normativa. Ante esto, la marca alemana ha procedido a aumentar el stock de toda su gama de modelos (como podría pasar en un lanzamiento reciente) para que el impacto sea el mínimo. Sin embargo, los clientes que quieran una personalización más profunda y que no esté entre los vehículos de stock tendrá que esperar un tiempo.
Parece que esta técnica está siendo adoptada por varios fabricantes ante la inminente llegada del cambio. Aunque los gobiernos también tienen algo que decir en esta medida, porque cada país podrá limitar las ventas de vehículos previos al ciclo WLTP. Por ejemplo, en Reino Unido la cantidad quedará limitada a entre un 5 y 10 % de las ventas totales de la marca. Veremos si a Porsche le da tiempo a liquidar ese stock antes de septiembre o si tiene que darle salida poco a poco después de esa fecha.