El Renault ZOE mantiene sus 300 kilómetros de autonomía reales bajo el nuevo ciclo WLTP
Una de las consecuencias irremediables del anterior ciclo NEDC era que otorgaba a los vehículos parámetros oficiales de consumo, emisiones y autonomía mucho más optimistas que las que tienen lugar en condiciones de conducción real, de ahí la cuestión de cuánto variará la autonomía de los modelos eléctricos una vez se aplique el ciclo WLTP. La respuesta para el Renault ZOE es que seguirá contando con 300 kilómetros de autonomía reales.
Prueba de esto es que el nuevo motor R110 del Renault ZOE, estrenado en el Salón de Ginebra 2018, ha supuesto también el estreno de la homologación bajo ciclo WLTP para el modelo 100% eléctrico. A partir de ahora, toda nueva actualización eléctrica que se homologue se comunicará directamente en valores del ciclo WLTP.
La novedad que arroja la última homologación WLTP no lo es tanto para el Renault ZOE puesto que su autonomía en condiciones reales apenas cambia con respecto a lo ya anunciado. El mérito de los ingenieros de Renault es notable, teniendo en cuenta que el WLTP implica probar los vehículos en condiciones mucho más severas.
Por ejemplo, el test en los rodillos o dinamómetros es más extenso en el tiempo y ahora incluye muchas más fases que en el anterior ciclo NEDC. Los vehículos se someten a
velocidades más altas y
aceleraciones más exigentes. La temperatura también se ve afectada y la prueba se inicia a
14 grados. Aun así, la autonomía en condiciones reales del Renault ZOE no cambia y se mantiene en 300 kilómetros según las primeras estimaciones que arrojan las pruebas del modelo bajo el nuevo ciclo WLTP.
Los modelos térmicos son los perjudicados
La nueva realidad del ciclo WLTP también afecta a las emisiones de los coches térmicos, dado que hasta el momento, el ciclo NEDC también era un instrumento para determinar cuánto contaminaba un motor térmico. La diferencia de emisiones “del pozo a la rueda” entre térmicos y eléctricos es muy significativa y se evidencia aún más en pruebas como la del ciclo WLTP, ya que en estas los modelos eléctricos cuentan realmente con 0 emisiones. Por el contrario, el paso al nuevo ciclo va a suponer para muchos modelos que se mueven con combustible diésel o/y gasolina un incremento en sus emisiones homologadas.
Esto va a acelerar el cambio hacia la movilidad eléctrica. El nuevo ciclo WLTP va a obligar a los modelos térmicos a revisar su transparencia a la hora de informar sobre cuánto contaminan y consumen y a encontrar nuevas vías para afrontar algo que se ha convertido en un problema de salud pública, aparte de impulsar la necesaria transición. Hay que tener en cuenta que la brecha en términos de contaminación reales y homologados era mucho mayor y evidente para las motorizaciones térmicas.
El ciclo WLTP, necesario para el cambio en la movilidad
Las autoridades europeas, empujadas por los últimos eventos en la industria, han reaccionado para adoptar este nuevo ciclo WLTP. Algo similar ha ocurrido en Japón, donde el ciclo de homologación JC08 demostraba estar aún más alejado de la realidad que el ciclo NEDC. Por el contrario, en Estados Unidos rige el ciclo de homologación EPA que se asemeja algo más al WLTP.
Centrados en nuestro continente, la llegada del nuevo ciclo se corresponde con el cambio en las políticas que marcan el camino que ha de seguir el transporte. Estas políticas tienen como prioridad fundamental reducir las emisiones y
la solución ya ha llegado bajo el nombre de movilidad eléctrica.
Fuente: Corriente eléctrica Renault