La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es una revisión periódica que se encarga de asegurar que todos los vehículos de circulación mantengan unas mínimas condiciones de seguridad. Con la aparición y utilización cada vez más común de los coches eléctricos, existen algunas variaciones en las revisiones que tienen que pasar este nuevo tipo de vehículos respecto a los tradicionales coches de combustión.
¿Cómo saber cuándo me toca pasar la ITV?
Para todos los turismos, la primera inspección técnica se realiza al cumplir el cuarto año desde su fecha de matriculación. A partir de ahí, desde los cuatro hasta los 10 años de antigüedad se debe acudir cada dos y posteriormente todos los años hasta que el vehículo se deje de utilizar. Si circulas sin haber pasado la ITV, te enfrentarás a multas de hasta 200 euros, exceptuando si tu revisión es desfavorable, en tal caso sólo podrás circular al taller y a la inspección.
De todos modos, si en un momento dado te surge la duda, cada vez que pases la revisión se te dará una pegatina que indica el mes y el año en el cuál la pasaste y la debes llevar en la esquina superior derecha de la luna delantera. En caso de no llevarse, la multa puede ascender hasta los 100 euros.
Diferencias entre ITV de coche eléctrico y de combustión
Lo más reseñable en la ITV de los coches eléctricos es que lógicamente no debe pasar la prueba de emisiones ni tampoco el test de ruido, por razones obvias. La prueba de motor y transmisión también es distinta al no tener embrague ni caja de cambios. Por el momento no existe comprobación de la batería, aunque es posible que en un futuro próximo se implemente.
Sin embargo, se debe someter al vehículo al resto de elementos con normalidad: neumáticos, carrocería, dirección, frenos, amortiguadores, alumbrado… Esto hace que el tiempo de duración de la revisión sea un poco menor, pero prácticamente el mismo.
Precio de la ITV en vehículos eléctricos y documentación necesaria
De modo que se realizan menos pruebas que los coches de combustión, el precio es más barato. Aunque varía en función de cada comunidad autónoma, suele oscilar entre los 20 y 30 euros, a diferencia de los de combustión e híbridos que ascienden hasta los 40 euros, también con variación dependiendo del territorio.
Los documentos necesarios para llevar a cabo la ITV con tu vehículo eléctrico son: el permiso de conducir original, el DNI del portador del vehículo, la ficha técnica original y el recibo del seguro del coche en vigor. Además, debes pedir cita previa y presentar el justificante en el lugar donde vayas a hacerla.
¿Qué debo hacer antes de la ITV?
Por último, existen algunos consejos o pasos previos que se puedes hacer antes de acudir a la ITV y que pueden evitar una segunda visita o alguna falta leve, así como algunas recomendaciones para pasar la revisión a la primera.
-Comprobar neumáticos
-Comprobar cinturones de seguridad
-Comprobar que quede líquido en los depósitos del limpiaparabrisas
-Asegurarte que las matrículas estén sujetas al vehículo
-Revisar que los faros del coche funcionen correctamente
-Verificar que funciona el claxon